Suelta tu smartphone, tu vida depende de ello
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El uso permanente del teléfono inteligente podría reducir la esperanza de vida, según un artículo muy serio en el New York Times.
Ya sabíamos que el uso intensivo de teléfonos inteligentes tenía efectos dañinos sobre el sueño, la autoestima, la concentración, la productividad y las relaciones sociales, pero, lo que es peor, según el New York Times, podría reducir por completo la esperanza de vida. Si hasta ahora la mayoría de las discusiones sobre el tema se centraban principalmente en la liberación de dopamina y la adicción generada a su paso, el impacto del teléfono inteligente sobre el cortisol sería ciertamente más preocupante.
Esta hormona, producida por las glándulas suprarrenales (ubicadas encima de los riñones) "juega un papel esencial en el equilibrio de la glucosa en sangre y la liberación de azúcar de las reservas del cuerpo en respuesta a una mayor demanda de energía". Por lo tanto, provoca picos en la presión arterial e influye en la frecuencia cardíaca para que "reaccione a amenazas físicas intensas", indican. Sin embargo, si se produce artificialmente para compensar una fuente de estrés emocional, su contribución puede resultar contraproducente, incluso dañina.
Consulta compulsiva
Cuando el uso de teléfonos inteligentes se vuelve compulsivo, el nivel de cortisol permanece alto porque la hormona alivia incansablemente la sensación de estrés. Las causas no faltan: correos electrónicos desagradables, notificaciones que provocan ansiedad, chat conflictivo de Whatsapp / Facebook / Snapchat, etc. Y cuando se recurre con demasiada frecuencia al cortisol para ayudar, su ubicuidad termina volviéndose problemática. The New York Times menciona varias posibles consecuencias: depresión, obesidad, problemas de fertilidad, infartos, etc.
Algunos principios a adoptar
Tantas buenas razones para reducir su uso diario. Entre las resoluciones simples a aplicar: dejar de "revisar" constantemente tu teléfono, en tu sofá o, peor aún, en la cama antes de dormir, y opta por espacios de tiempo sin un teléfono inteligente. Cantidad de aplicaciones, uso razonable de notificaciones y adopción de ciertos principios "saludables", como no consultar correos electrónicos profesionales fuera del horario laboral.
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